Inspiración semanal: Antonio Vega

Ahora que ha pasado el boom de... "se ha muerto"...

Antonio Vega siempre fue un compositor especial. Nunca lo he seguido. Nunca he comprado un disco suyo. Siempre he pensado que Nacha Pop era de lo peor del pop español de puro aburrimiento, pero no él, Antonio Vega. Siempre me ha interesado Antonio Vega, desde la distancia.

Cualquiera que lo viese en un escenario se daba cuenta de que intentaba ser lo más pequeño posible, que era frágil. Su voz debía ser la protagonista, sus palabras, pero no él. Qué superficial intentarlo! Nunca fue un shoegazer, qué estúpido hubiese sido. Entiendo eso.

Exposición involuntaria pero activa. Debilidad pero frontalidad, expuesto a flechas que francamente no podía tolerar. San Sebastián, martir, sí. Entiendo eso.

Recuerdo que hace unos años el Tentaciones de El País publicó un artículo incendiario sobre Antonio Vega en donde reflejaban su vida disipada, anárquica, drogadicta. Kerouak, Bukowski, Burroughs, sí? Una vida vacía y solitaria. Emily Dickinson, claro. Ese artículo generó muchísima polémica y mucho se habló de él. Pero recuerdo que yo lo leí como si me hablasen de algo que conocía desde hacía mucho tiempo atrás. Nada nuevo. Entiendo eso.

No lo conocí, no conocí nadie cercano a él. Ni siquiera he hablado de él en público. Pero siempre me he sentido a su lado.

Cuando murió, su primo dijo "al fin lo ha conseguido".

Desde la distancia, como espectador, siempre me pareció una persona demasiado tímida como para lidiar con el mainstream. Siempre pensé que para vivir tenía la piel demasiado fina. El talento y el látigo, Baco y Tanatos, la misma historia de siempre. La leve autodestrucción que te permite vivir pero no disfrutar de la vida. Enfrentarte a tu ausencia, a tu muerte, a la muerte de todos los que amas y de todas las cosas que conociste: un mundo lleno de cosas por hacer... pero ninguna de ellas tiene sentido para ti. Caídos del cielo, cómo no. Ser un suicida permanente pero vitalista. Entiendo eso. Herman Hesse y El lobo estepario, por supuesto. Benedetti y La vida ese paréntesis, absolutamente. Go ask Alice, cómo no?.

Es sólo uno más en una lista de muchos que se van, con más o menos ruido. Algunos oyen sus pasos cuando se marchan. Otros no. Pero se siguen yendo, despacio, haciendo este mundo más pobre y vacío. Al menos para mí.

Mi relato favorito, La chica más guapa de la ciudad, está aquí. Nadie lo había imaginado?

No entiendo casi nada. Pero entiendo eso.