"Me entran escalofríos cuando duermo
a causa de un sueño recurrente
en el que todas la cosas
parecen estar en sórdido equilibrio
sobre el vacío y las estrellas
que vagan por el mundo.
Cuando las olas se agitan
y caen en la popa con estrépito
me despierto muy temprano
con un miedo renovado
ante el espeso aire marino
y el mar inerte.
La luz golpea desde el hielo:
y como alguien que, a punto de morir,
saborea el sereno aliento,
siento cada día más pavor
porque la suerte está echada,
porque ese sueño está cerca"
Philip Larkin, El barco del Norte